Baste saber que las derivas se habían iniciado tiempo atrás. Lentamente, la acumulación de datos, situaciones y circunstancias habían generado una serie de rápidos desplazamientos sin rumbo fijo. Continuidad y discontinuidad en las
voces [ VOZ DELIRANTE
+ VOZ REFLEXIVA+ VOZ DE OTR@ ]

jueves, 30 de mayo de 2019

belviCHe


Ventanas de hospital, en apariencia vistas similares casi idénticas, como el pasar de los días y las largas noches de esta semana en familia, entrando y saliendo, subiendo y bajando, preguntando y esperando, mirando más allá de los vidrios y pensando más acá del día a día, mientras en las tripas se remueven dolores y energías, recuerdos y esperanzas, ilusiones y miedos. 



belviCHe lo conocí con la ché bellota del reseco deje de mi abuelo José, desde su huerto ocupado junto a la carretera enmedio, o en la panorámica al bajar laCatólica cogidito de la mano de mi abuela la Blasa. Siempre al fondo los altos bloques, recortando el cielo de aquel Hospitalé de finales de los '70.
Y hoy paseo por Bellvitge, pisando el extrarradio de mi mapa memorial. Lo hago y me maravillo de la radicalidad cotidiana que seguimos compartiendo en su manifestación menos glamurosa, en ese apiñamiento denso, en ese juntarnos ante las dificultades reales que van surgiendo a la familia en el pasar de los años. Monstruoso y dual, edificios y residencia, comprendo que en su patético gigantismo resonaban nuestras propias trayectorias migrantes. Lo macro es lo micro.


Miro detenidamente  y contemplo el gran ventanal abierto a nuestras vidas como paisaje.